Día 8 - Último día:

Aún lo recuerdo, todo fue realmente triste. Era el último día, el último día en aquel maravilloso y exótico lugar que recibía por nombre Riviera Maya. Desde sus gentes, pasando por sus playas y su rica cultura maya, es que lo era todo, todo residiría por siempre en mis recuerdos y lo que es más importante, había descubierto que no todo son edificios, sino que también existe una bella y frondosa jungla que ansía ser explorada. ¿Pero que pensaba?; eso me preguntaba hará ya cosa de 1 semana. Tienes un bonito y reluciente día que aún no has estrenado. ¡Levántate de la cama gandul! Desayune como si fuera mi último desayuno y de hecho en la Riviera Maya si que lo era y empecé un día que parecía largo pero que pasó en un abrir y cerrar de ojos. Primero, fui a la playa y me monté en kayak (especie de piragua para que me entendáis) con ella entre en el mar y lo que yo auguraba como algo tranquilo, tuvo una pequeña sorpresa, por debajo de mi embarcación, paso fugazmente una barracuda que aunque ya no volví a ver, me hizo tener cuidado y no volcar bajo ningún concepto. Después de esto, sediento, tomé un granizado delicioso de sandía y me dí un refrescante chapuzón. En dicho chapuzón, jugué al que hoy por hoy, es uno de mis deportes favoritos el Waterpolo. Mi equipo, desgraciadamente, no resultó vencedor, pero yo quedé satisfecho, pensaba que había jugado a un gran nivel y que había aportado un valiosísimo gol a mi equipo, formado en su mayoría por Españoles, Estado Unidenses y Canadienses. Eran muchos los recuerdos que se agolpaban en mi mente como pidiendo un lugar para reivindicar su existencias. Tantos buenos ratos vividos en una sola e intensa semana que jamás olvidaría. Mi estancia en México, tocaba a su fin y la gran incógnita de si alguna vez volvería a bañarme en el mar Caribe y otras muchas, me acosaban. Me encontraba embarcando en el avión, pasando el largo pasillo hasta mi asiento, decidí sacar mi cámara de fotos. Una vez sentado, empecé a pasar las imágenes y sin poder evitarlo, una leve sonrisa, se iba haciendo cada vez un hueco mayor en mi rostro. El avión despegaba, observaba y miraba esa gran arboleda que poco a poco iba tocando a su fin para dar paso a la inmensidad del líquido elemento.SALU2

8 comentarios :

  1. lO PEOR SIEMPRE SON LAS DESPEDIDAS.
    TENGO UNOS AMIGOS QUE ACABAN DE ATERRIAZAR DE LA MISMA ZONA Y LLEGARON ENCANTADOS.
    SALUDOS

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  2. Gracias por narrar toda la semana con tanta intensidad y detalle!!
    Ahora volvemos a la rutina, que no es poco!!
    Salud/OS!

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  3. No me extraña que fuera un día triste, pero piensa que quizás.... algún día volverás ;)
    Muuuuacks!

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  4. Oh dios... ¡¡qué envidia!!
    Normal que no quisieras marcharte; cualquiera se aburre allí.
    Un saludo, :)

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  5. No te podras quejar menudo viaje que te pegaste...Muchos lo querríamos.
    Un saludo

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  6. Menudo viajecito!!! Me han entrado unas ganar de ir!!!!

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  7. Todo lo que empieza tiene un final, y si además la cosa nos gusta, los días pasarán volados, verdad?
    saludos

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  8. Diossss!!!!
    GRANIZADO DE SANDIA!!!
    yo quiero unooooo!!!

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