Tienes una solicitud de amigos. ¿Agregar a Pablo Cortés como amigo?. Confirmar/Ignorar. Eso leyó hace un mes Giglio Pascal Cortés Ramírez, chileno, de 35 años, en su página de inicio de Facebook, una de las redes sociales más populares y usadas en Latinoamérica. Era su hijo, Pablo, de 14 años, con quien no tenía contacto desde hacía 13. Me puse muy nervioso, sentí dudas. No estaba seguro de si era mi hijo o no", confiesa Giglio a Clarín. Y explica: "¿Cómo saberlo? En la solicitud no había fotos suyas y creo que tampoco hubiera podido reconocerlo porque no lo veo ni hablo con él desde que tiene un año. Era un desconocido para mí". Así que decidió cerrar esa ventana Web y pensar en otra cosa. Esa fue su reacción. "No pude aceptarlo enseguida -cuenta-. Me llevé una sorpresa inmensa. No sabía qué hacer". El no saber qué hacer lo obligó a tomar una decisión: irse a dormir. No pudo. Dio vueltas en la cama toda la noche. "Esa solicitud era lo único que tenía en la mente. Pensaba en si era él, en qué es lo que está pasando, si querrá hacerme preguntas de mi pasado, de su pasado. Qué sucedió con su madre, o simplemente preguntarme cómo soy yo, él tampoco sabía mucho de mí, más que mi nombre", admite, aún nervioso. Y sigue preguntándose: "O querrá saber porqué no me vio en 13 años, o pedirme alguna cosa, reclamar otra, gritarme porque nunca estuve para él. Muchas cosas pensaba".
Durante cuatro días estuvo mirando la pantalla del monitor con la solicitud de Pablo. Seguía dudando entre confirmar o ignorarla. Ahí estaban sus datos: nombre, apellido, edad, fecha de nacimiento y un e-mail. "Todo coincidía. Esa información yo ya la conocía, claro. Excepto su dirección de correo. Pero con el resto bastó para saber que sí, que realmente era mi hijo", detalla Giglio.
Lo pensó, lo meditó, intentó calmar los nervios, y finalmente lo aceptó. La ventana del Facebook entonces cambió: Ahora eres amigo de Pablo Cortés. Agregar detalles de amigos. ¿Cómo conoces a Pablo Cortés? "Esa pregunta me dejó helado. No respondí y comencé a mirar su página de Facebook", dice.
Al día siguiente, Pablo -que prefirió no hablar con los medios-, le escribió un mensaje privado que decía: "Alo, ¿cómo has estado?". "¡Cómo si nos conociéramos de antes!", enfatiza Giglio. Un cyberencuentro. Ahora chatean y se mandan e-mails. Pero, remarca Giglio, ambos están concientes de que la
Giglio "Gigi" es editor en VTR, un provedor de servicios de telecomunicaciones. Ahora vive en La Serena (Chile). Cuenta que dejó de ver su hijo en 1995, cuando se separó de su madre en Santiago. No estaban casados. Tenían problemas familiares y se distanciaron: ellos se fueron a vivir al norte del país. "Nunca más volví a tener contacto con ellos. Intenté buscarlos por todos lados y de
Giglio se registró en Facebook hace dos meses. Pablo hace más tiempo. "Me comentó que también me había estado buscando, buscaba información mía en Internet. Hasta que un día, después de pensarlo mucho tiempo, se le ocurrió buscarme en Facebook. Pero aún no me había anotado. Pero fue insistente", asegura Giglio. Dice que no es muy amigo de la Internet. Pero -admite-, "yo encontré a mi hijo en Facebook".
Sin duda Internet no tiene fronteras.
La gran entrevista tendrá que esperar al día 18, pero sin duda, será un bombazo en la blogsfera.
SALU2
Bueno por lo menos se ve claro que Internet sirve para algo más que para chatear patochadas. UN documento muy interesante y crucial. Un abrazo!
ResponderEliminarHay cosas q no me cuadran, y quienes tenemos facebook lo sabemos... cuando nos llega una solicitud, solo vemos nombre y si tiene,una foto, nada mas, no tantos datos como indica... No se si creerme esa historia...
ResponderEliminarEn fin, q en facebook si, lo flipas de la peña q te encuentras!!al menos a mi me ha pasado.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo estoy seguro de que sea veraz o no. Pero la verdad que lo que no pase en una red social como estas. A uno de repente le agregan amigos de la guardería o cosas así.
ResponderEliminarEstabamos hace tiempo hacer una entrada dedicada a estas redes, ya la retomaremos.
Un saludo y buena historia kyle.
P.D: os recomiendo que estéis atentos al 18, será una grata sorpresa.
a ver que pasa el 18 entonces.
ResponderEliminarYo tampoco me la creo del todo, internet es algo bueno pero está lleno de bulos
saludos
joder!! y estuvo 4 días pensando si lo aceptaba?? si estuviera tan preocupado ya le habría faltao tiempo pa conocerlo!
ResponderEliminarJo, y yo que siempre he pensado que es super alcahuete el facebook, pero algo bueno debe tener :)
ResponderEliminarbesicos
Qué cosas!!
ResponderEliminarLa verdad es que es una herramienta sorprendente,jeje.
Es que internet sirve para muchas cosas. Sólo depende del uso que hagas de ella ;)
ResponderEliminarMuuuuacks!
Si eso es verdad. Una cosa porque no dáis alguna pista sobre la entrevista esa tan famosa jajaja
ResponderEliminarOs conocí por Cayecaturas que vi a Carluso comentar.
Y respondiéndole a él, el barcelona ganrá por 4-1 no 3-0 je je je
Adios.
No me gustaría que al final se limitase a ser una leyenda urbana más. Es una historia impactante. Y le da un sentido vital a Internet.
ResponderEliminarEsperaremos al día 18.
Un beso y un abrazo.
Que fuerte :| Espero que no se quede en un rumor.
ResponderEliminarPues mira, otra utilidad más de Facebook.
ResponderEliminarJ.
Qué curioso, y yo que soy reacia a estas cosas...
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